Samuel Aguirre Ochoa

Hemos estado leyendo en los medios de comunicación que en ambas Cámaras del Congreso de la Unión se están dando movimientos impulsados por el partido del presidente López Obrador. En la Cámara de Diputados se quiere tumbar al PRI como tercera fuerza electoral que hoy tiene 46 diputados, para que no llegue uno de sus representantes a la presidencia de la Mesa Directiva en septiembre próximo como originalmente había quedado establecido; para lograr esto, a partir del pasado 2 de junio, el coordinador de los diputados de Morena, Mario Delgado, junto con legisladores del Partido Encuentro Social y del Partido Verde buscan crear una “mayoría” al Partido del Trabajo. Hasta ahora Morena le ha transferido 5 diputados al PT, con lo que se incrementa su bancada de 35 a 40 legisladores, los otros 7 vendrán en los siguientes días del PES y/o PVEM. Primus gradus.

En el Senado, el pasado 3 de junio, se anunció la desaparición de las bancadas del PRD y del PES, por no tener un mínimo de 5 integrantes, con lo que dejan fuera de la Comisión Permanente a Miguel Mancera, coordinador de los senadores perredistas. Hay que recordar que a Morena y al presidente López Obrador les falta un voto en la Comisión Permanente para convocar al pleno del Senado a una sesión extraordinaria en la cual puedan acordar la modificación de la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, que le permitiría al presidente hacerse del control absoluto del presupuesto y manejarlo como mejor le convenga por encima de la Cámara de Diputados. Los cuatro senadores del PES anunciaron que se suman a la bancada de Morena, con lo cual esta fracción tendrá 63 legisladores, lo que le da derecho a un lugar más en la Comisión Permanente. El voto que necesita para hacer mayoría en ésta y poder convocar al pleno.

Contradiciendo lo que criticaron, al viejo estilo priista, en una maniobra burda están cooptando a diputados y senadores chapulines a cambio de canonjías, para hacerse del control total del Poder Legislativo, para convertir a éste en un apéndice del Ejecutivo. Y de esta manera, llevarnos a la concentración personal del poder en la figura de Andrés Manuel López Obrador. Hecho que el Movimiento Antorchista Nacional ha venido denunciando ya desde hace bastante tiempo. Con lo cual se violenta la teoría del Estado mexicano sobre la democracia liberal representativa.

De acuerdo a esta teoría, el pueblo no ejerce directamente el poder; el pueblo es el dueño del poder, el depositario originario de éste según la Constitución Política del país y lo delega en los funcionarios, en los diputados a través del voto. El presidente es el mandatario de los mexicanos, el pueblo es el que manda y el presidente obedece; el pueblo queda representado en los diputados. Estos derechos no fueron un regalo de nadie, fueron conquistados por el pueblo con sus luchas, en las que se derramó mucha sangre para que hubiera democracia y una división de poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, poderes autónomos, soberanos, que al único que deben obedecer es al pueblo.

La ambición de López Obrador por concentrar más el poder en su persona nos llevará directamente a la dictadura y los diputados de Morena tienen una gran responsabilidad en este hecho, pues han traicionado al pueblo al no defender sus funciones permanentes que el pueblo les tiene encomendadas a través de la Constitución: velar por la democracia, por el bienestar de los mexicanos, por el respeto a sus derechos constitucionales, etc., que cada día se ven más coartados por las acciones del presidente.

Por ejemplo, López Obrador se ha opuesto sistemáticamente a que el pueblo se organice, gestione, luche por conquistar mejoras para sus pueblos y colonias, y a criticar al gobierno, siendo que este es el último recurso que le queda al pueblo para oponerse a la voluntad dictatorial de una persona o de una oligarquía, algo que no es nuevo, pues ha sido una característica de todas las dictaduras que han existido en el mundo.

Son miles las voces que le han dicho, que es preferible salvar vidas de la gente que está padeciendo hambre en estos momentos que millones de mexicanos están siendo azotados por la covid-19, que se quedaron sin empleo y en el que la economía sufrirá un frenón de consecuencias gigantescas. Sin embargo, contraviniendo las indicaciones de la Secretaría de Salud, anda de obcecado dando lastima con sus banderazos en el Tren Maya y en una gira opacada por la tormenta tropical Cristóbal, entrado ya en campaña electoral para el proceso de elección de diputados federales de 2021.

Frente a esta actitud del presidente López Obrador, no queda más que formar un frente emanado del pueblo para derrotar por la vía electoral al lopezobradorismo en las elecciones del 2021 y 2024 e instaurar un gobierno que realmente vele por los intereses de todos los sectores de la población, pero muy en particular de las clases trabajadoras de este país.

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