Los colibríes, son un grupo de aves altamente valorados por el humano, quien admira la iridiscencia de su plumaje.

Estos hermosos animales son las únicas aves capaces de volar hacía atrás, al igual que mantener un vuelo suspendido, esto quiere decir que son capaces de permanecer en el aire en un mismo sitio, sin moverse, a diferencia del resto de voladores que se tienen que desplazar mientras realizan esta actividad.

El vuelo de estas aves es peculiar, ya que pueden dar desde 80 a 200 aleteos por segundo, alcanzando velocidades de 50 a 95 km/hora. Esto genera que quemen rápidamente los nutrientes, por lo que, la alimentación para los colibrís tiene que ser constante, llegando a consumir más de la mitad de su peso total, al día.
Este habito es lo que genera que contemos con su visita en los jardines de nuestro hogar. Su dieta se basa principalmente en el néctar obtenido de las flores, llevando uno de los procesos biológicos más importantes, la polinización.

«La polinización es el a transferencia de granos de polen de la parte masculina de una flor (antera) a la parte femenina (estigma) de otra o de la misma flor», según lo reportado por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO).

Este proceso ecológico es de gran importancia y existen diferentes formas de llevarse a cabo, entre ellas, mediante el viento, el agua y la más importante, a través de animales.

Los animales polinizadores pueden ser mariposas, murciélagos, abejas, escarabajos, moscas y los aclamados colibríes, entre otros animales.
Los colibríes reciben una dulce recompensa (néctar) de las flores que visitan, llevando consigo los pequeños granos de polen que quedan atrapados en sus picos y plumaje, los cuales son dispersados durante su vuelo y hábitos alimenticios.

CONABIO comparte que, «los polinizadores facilitan la fecundación cruzada de las plantas, y son responsables directos de la producción de frutos en muchas especies. Además, el intercambio de polen entre distintas plantas promueve su diversidad genética».

Esta es la razón de la visita de los colibríes a nuestros jardines, llevando a cabo el principal aporte ecológico que realizan estos pequeños animales.

Para seguir fomentando el cuidado de las especies y garantizando la constante visita de estas aves en nuestro hogar, es importante colocar plantas que sirvan como alimento, garantizando así, la polinización de flora fundamental en la dieta de los colibríes.

A pesar de tener buenas intenciones, la colocación de bebederos para colibríes no resulta ser una buena opción, ya que el néctar rojo que se vende en diferentes centros comerciales puede provocar problemas adversos y comprometer la salud de estos polinizadores, además de no llevar a cabo su principal aporte ecológico, función indispensable que, también beneficia a los humanos, quienes, aprovechamos las plantas polinizadas.

Así que ahora sabes todo lo que ocurre mientras un colibrí visita tu jardín y la importancia ecológica que esto tiene.

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